Una de las principales metas para algunas compañías tecnológicas y de transporte ha sido la de crear un servicio de transporte aéreo, conocido popularmente como “taxi aéreo” el cual pueda ser en cierta medida accesible para la mayoría de la población y permita ahorrar tiempo y recursos en trayectos medianos y largos.
Hasta ahora sabemos de Volocopter quienes se encuentran en un proceso muy avanzado y que ya están próximos de convertirse en la primera compañía en lograr este servicio en la ciudad de Dubái, en cuanto a Uber, la compañía norteamericana se ha quedado un poco rezagada, debido a las complicadas y estrictas reglas del país norteamericano en este rubro.
Algo que debemos dejar en claro es que si en algo es estricto Estados Unidos es en sus normativas aéreas, las cuales se encarga la Administración Federal de Aviación (FAA), por lo que llegar y hacer un negocio como lo hizo Uber con los coches es prácticamente imposible sin la aprobación de este organismo, el cual tiene muy poca tolerancia para los errores.
Para obtener esta aprobación, la compañía recurrió a distintas compañías especializadas en transportación, equipamiento y adiestramiento aéreo como son Embraer, Bell Helicopter, Pipistrel, Aurora Flight Sciences y Mooney Aviation quienes serán las encargadas de gestionar todo el equipamiento y entrenamiento a los pilotos de esta nueva compañía a llamada UberAIR.
También, a diferencia de los coches, controlar el tráfico aéreo es mucho más complicado y peligros —ya que los choques y accidentes no son tolerados bajo ninguna situación— para lo que Uber decidió recurrir a la NASA con quien firmó el Acuerdo de Ley Espacial que dicho de otra manera se encargará de crear un sistema de control de tráfico aéreo enfocado principalmente a UberAIR, pero que de tener éxito podría abarcar a las compañías subsecuentes y otros transportes aéreos como avionetas y helicópteros, —en caso de que continúen existiendo como tal—
Por otro lado, Uber requirió de los servicios de la inmobiliaria Sandstone Properties, para saber los puntos estratégicos para los primeros puertos aéreos los cuales se esperan estén ubicados en el Aeropuerto de Los Ángeles, en el centro de la ciudad, Santa Mónica y Sherman Oaks, Además de que la compañía también ha contemplado como segunda ciudad Denver, en Colorado, debido a su enorme problema de tráfico terrestre.
Según explica Uber, esperan tener todo listo —incluida la aeronave final— para 2020, año en que empezarán a realizar pruebas para que el servicio pueda ser aprobado por la FAA, donde una vez conseguido este logro, empezar a brindar servicio como UberAIR en 2023.