Durante la presentación de su nuevo sedan de lujo, la automotriz alemana, Mercedes-Benz, declaró que se encuentran muy interesados en la transición a vehículos híbridos y eléctricos, donde uno de sus mayores intereses, además de los autos, es el tema de la recarga eléctrica, la cual al parecer buscan que sea por medio de carga inductiva.
Según explica la compañía, este tipo de tecnología todavía se encuentra en una etapa bastante prematura, pero que junto a BMW y Qualcomm se encuentran desarrollándola para volverla una realidad, siendo su principal rival el costo y sobretodo la eficiencia energética, ya que como el automóvil no se encuentra pegado a la base cargadora ubicada en el suelo, el sistema esta limitado a una transferencia de 3,6kW mientras que sus conectores tradicionales soportan cargas de hasta 11kW, una gran diferencia que se traduce en mayor costo y tiempo de espera para el usuario.
Pero aunque esta tecnología actualmente es menos conveniente que la de los conectores tradicionales, es bien sabido que los desarrollos por parte de los alemanes en la industria eléctrica y automotriz son constantes, por lo que es de esperarse que que ya se encuentren trabajando en una solución para este inconveniente.
Por lo pronto, Mercedes-Benz comienza a dar sus primeros pasos en la transición de vehículos de combustión a eléctricos, presentando su nuevo Mercedes-Benz clase S 2018, el primer sedan se lujo híbrido que promete ofrecer hasta 50 kilómetros de autonomía totalmente eléctrico, el cual saldrá a la venta en otoño de este año y será parte de la nueva gama de 10 vehículos híbridos tanto enchufables como de 48V de la marca alemana.