El mundo está lleno de situaciones que muchas veces ni siquiera consideramos. Por ejemplo, el olor a coche nuevo, cuando se compra un nuevo automóvil es típico y a la mayoría de las personas parece que esto les agrada, pero curiosamente en China es al revés: la mayoría de los ciudadanos de ese país que adquieren un automóvil nuevo odian el olor a nuevo que estos coches emanan.
«El olor desagradable en el interior de un auto se mantiene como el problema más importante en el mercado«, dice Brent Gruber, director senior de global automotive, en J.D. Power. «Para ponerlo en contexto, este problema se considera que duplica el segundo inconveniente en los autos, el consumo excesivo de combustible», indica.
En una encuesta a los consumidores de China, este resultado, sobre el olor a nuevo de los autos, ha sido consistente. Más del 10% de los conductores se ha quejado al respecto en el 2018, de acuerdo con el Estudio de Calidad Inicial en China, según J.D. Power.
Sin embargo, en los Estados Unidos hay incluso unos 30 productos diferentes para dar la impresión de ese olor a auto nuevo. El editor de Autotrader, Brian Moody indica: «¿Y ahora vienen con algo para limitar este olor?». La realidad que no puede ocultarse es que China es el mercado más grande de autos en el planeta y esto no puede soslayarse. Los fabricantes por supuesto que están atentos a cómo reacciona ese mercado.
En julio del 2017, Ford dio la nota periodística al reclutar a 18 probadores de olores, llamado «narices de oro», con la intención de asegurarse que los autos nuevos no oliesen mal. La razón como ya dijimos es que para los chinos el olor a automóvil nuevo les es desagradable y esto resulta para los consumidores más importante que el desempeño o la seguridad en su decisión de comprar un auto nuevo.
Los probadores de olores midieron el olor de cada lugar dentro del auto, desde los tapetes hasta el volante, rechazando todo aquello que ofendiera a los compradores chinos. Por ello, Ford ha tomado acciones con esta patente (aún en trámite), para «remediar el olor del vehículo». La aplicación correspondiente de la patente explica lo que crea los olores a coche nuevo: «esto se debe a un compuesto orgánico volátil que aparece en el plástico, en las vestiduras de piel y en el vinyl. Los químicos usados sellan partes del auto y contribuyen a ese olor».
Las personas notan estos olores (de los compuestos) cuando se vende un auto nuevo y cuando el coche ha estado bajo luz solar, que hace que la temperatura dentro del mismo aumente. Los científicos de Ford describen la posibilidad de «cocinar» el coche para que desaparezcan estos olores, lo cual ocurre cuando se liberan los compuestos que pegan y sellan muchas partes del interior de un auto.
El proceso descrito en la patente involucra el estacionar un auto nuevo en el Sol, abrir sus ventanas ligeramente y opcionalmente encender la calefacción. El sistema incluye un software especial y varios sensores sobre la calidad del aire, y trabaja solamente cuando no hay conductor o cuando es un vehículo semi-autónomo.
Y aunque Ford dice que hay mucha tecnología en esta idea, no ha aclarado exactamente cómo es el procedimiento para «cocinar» literalmente el mal olor. La patente, dice Debbie Mielewski, de Ford Motor Co., es el resultado de años de investigación y es solamente una de las ideas que tenemos para considerar su uso en el futuro, indica.
Sin embargo, si se trata de ciertos automóviles de lujo y sobre todo, en el mercado chino, lo que se busca es tenerlos contentos como consumidores para así hacerlos eventualmente fieles a la marca. Esta patente parece un tema exagerado, pero cuando hay dinero de por medio, las empresas estadounidenses son las primeras en actuar.