En otro extraño suceso relacionado con Elon Musk que nadie vio venir, el empresario ha decidido hacer caso omiso a la autoridad y reabrió la planta de Tesla en el condado de Alameda, California que permanecía cerrada en atención a las medidas sanitarias derivadas de la pandemia de COVID-19.
Como antecedente, Musk había manifestado su rechazo a la postura de Alameda de no permitirle a la planta regresar a sus actividades y por ello escribió en Twitter “El ignorante y no elegido Oficial de Salud interino de Alameda está actuando en contra del Gobernador, del Presidente, de nuestras libertades constitucionales y del sentido común”.
Y a pesar de que dijo que las operaciones de Tesla se mudarían de inmediato a Texas o Nevada y que el cese definitivo de operaciones en Alameda dependía de cómo fuera tratada la compañía, ahora Musk afirmó que reabriría la planta y que no le importaba ser arrestado.
Además dijo estar perfectamente consciente de que su decisión de reabrir iba a en contravención con lo determinado por el gobierno de Alameda.
“Tesla reiniciará hoy la producción e irá contra las reglas del condado de Alameda. Estaré en la línea junto con todos los demás. Y si alguien resulta arrestado, pediré que solo sea yo”, escribió en Twitter.
La publicación de Musk desde luego se llenó de todo tipo de opiniones, como las que le aplaudieron su decisión y que le dijeron que ese es el verdadero espíritu estadunidense, aquellas que acentuaron que el encierro le ha hecho revelar una faceta desagradable, y las que cuestionaron por qué se le habría de comprar un vehículo a una persona que no se preocupa por la salud de sus trabajadores.
Musk sostiene que otras armadoras ya han sido autorizadas por el gobierno de California para reanudar actividades y que solo a Tesla se le ha prohibido.