El director general de Uber, Travis Kalanick, se tomará una licencia por tiempo indeterminado, según anunció la compañía esta semana. De momento la decisión es de carácter temporal, pero no se ha aclarado el tiempo exacto en el que quedará fuera de la compañía.
La compañía no ha vivido la mejor de las épocas, y ahora la decisión de Kalanick podría marcar un parteaguas para Uber. Éste supone uno de los cambios más recientes de la empresa y el cual forma parte de la estrategia para mejorar la cultura empresarial dentro de Uber y su imagen pública, pues en los últimos meses la compañía se ha visto involucrada en casos de acoso sexual, discriminación, denigración, espionaje, evasión de autoridades, entre múltiples problemas más.
No obstante, Kalanick nunca se caracterizó por brindar a la compañía dotes de liderazgo, comprensión y respeto a los empleados. Por ende, el servicio de movilidad se hará cargo de la empresa por Internet durante el periodo durante el que Kalanick se ausente.
Mediante un correo electrónico dirigido a los empleados, Kalanick mencionó lo siguiente:
“La responsabilidad definitiva, de a dónde y cómo hemos llegado hasta aquí recae en mis hombros. Por supuesto que hay mucho de qué enorgullecerse pero también hay mucho que mejorar. Para que Uber 2.0 tenga éxito no hay nada más importante que dedicar mi tiempo a construir un equipo líder.
Pero si vamos a trabajar en Uber 2.0, también necesito trabajar en un Travis 2.0 que sea un mejor líder, el que esta compañía necesita y ustedes merecen.”
En pocas palabras, Travis pretende tener tiempo para sí mismo con el fin de convertirse en un mejor líder para la compañía, además de que seguramente ha estado sometido a constante presión y estrés que no lo han dejado evolucionar como persona y mucho menos con la compañía.
De igual modo, la muerte de su madre afectó en gran media su decisión, pues a través del comunicado, mencionó a sus empleados que se dio cuenta de que las personas que forman parte de su vida son más importantes que la compañía, cuya estancia ha sido de más de 8 años.
Lo único que quedará será esperar a su sucesor, quien se hará cargo de controlar a Uber. El nombre que más resuena es el de Garrett Camp, cofundador de la empresa.
Referencia: The Guardian, BBC