Los 80 fueron una época en la que la perspectiva del futuro estaba basada en diseños angulosos y piramidales.
Tan solo recuerda la manera en la que Blade Runner, obra fílmica cumbre del cyberpunk estrenada en 1982, imaginó cómo sería Los Ángeles en 2019 (a estas alturas la película ya se desarrolla en el pasado), con vehículos voladores de ángulos pronunciados y con corporaciones resguardadas en edificaciones piramidales.
Esa visión del futuro también impactó en la industria automotriz y como muestra de ello tenemos el vehículo del que te hablaremos en esta ocasión, el Citroën Karin.
Diseñado por Trevor Fiore, quien se encargaba del departamento de estilo de Citroën, el vehículo fue presentado como concept car en el Motor Show de París de 1980.
El primer detalle que llamó la atención fue su diseño, que era reminiscente al de una pirámide sobre ruedas y que hacía que el toldo fuera uno de los más chicos jamás vistos.
Puertas, parabrisas y ventanas estaban diseñadas para converger en esa punta piramidal, mientras que el interior del vehículo quedaba a la vista gracias a la abundancia de vidrio y a la escasez de techo.
Karin fue diseñado para que solo tres personas lo ocuparan y la particularidad era que el asiento del conductor, en lugar de estar colocado a la izquierda o al derecha, estaba en el centro, flanqueado por los de los pasajeros.
Bajo esta lógica, Karin presumía una cantidad impresionante de botones en el volante -que evidentemente también estaba colocado al centro.
La intención de Citroën nunca fue lanzar Karin al mercado y la elaboración del concept obedeció a que el Motor Show de París de 1980 ya estaba acercándose y la compañía no tenía ningún modelo en producción en el horizonte.
Pero vive como un recordatorio de la visión del futuro que había en la década del new wave, las hombreras y el neón.