La ciencia ficción es el género que por excelencia nos trae vistazos a posibles futuros, siempre caracterizados por la abundancia de coches que vuelan o que tienen funciones más allá de cualquier comprensión actual.
Pero, ¿qué tan atinadas son estas especulaciones sobre los automóviles del futuro? ¿De verdad las armadoras trabajan en vehículos que puedan volar o viajar por el tiempo?
De acuerdo con Antonio Zamora, ingeniero de producto de LTH, hay aspectos en los que la realidad alcanzó a la ficción y hay otros en los que la imaginación de los autores rebasó cualquier escenario posible.
Por ejemplo, películas como Blade Runner y El quinto elemento imaginan futuros en los que los coches voladores son la cotidianidad. Al respecto, los avances científicos han permitido la creación de vehículos como el Terrafugia Geely, el Boeing PAV y el E-volo Volocopter, pensados como medios reales de transportación aérea.
Es un escenario en el que la realidad ya no está tan lejos de la ficción.
Por otro lado, películas como Volver al futuro proponen vehículos que, además de volar, viajan por el tiempo y se recargan con cáscaras de plátano y restos de cerveza colocados en un dispositivo de fusión.
Los viajes por el tiempo existen en la teoría, pero serían hacia al futuro, nunca hacia el pasado, y cualquier noción de que un vehículo sea el medio para hacerlos es descabellada. El mismo absurdo ocurre con los plátanos y la cerveza. La ficción gana en ambos escenarios.
Pero en lo que sí se está trabajando es en la adopción generalizada de vehículos que afecten menos al medio ambiente.
Los autos microhíbridos, híbridos, híbridos enchufables y eléctricos son en los que está centrada la atención de quienes quieren llevarnos al futuro de la transportación terrestre.
Además de los desarrollos técnicos, el futuro de los automóviles también requiere trabajo en aspectos que se salen de su esfera científica.
Por ejemplo, es necesario que haya leyes para incentivar el uso de autos eléctricos, que el costo de estos baje y que abunden las estaciones de carga eléctrica.
Es probable que nos toque ver autos voladores, pero mientras tanto hagámonos a la idea de que el futuro inmediato del automóvil está dominado por la energía eléctrica.