La carrera espacial cada día es más reñida. En Marte, el rover Curiosity cumplió un año (marciano) de investigaciones en busca de rastros de vida. En la Tierra, un robot realizó su primera prueba para poder viajar a Júpiter, específicamente a su luna llamada Europa.
La mayor parte de la superficie de Europa está cubierta de hielo, bajo la cual hay un gran océano; por ello, el nuevo robot realizó con éxito la primera fase de su entrenamiento en Alaska, donde científicos de la NASA lo sumergieron bajo el agua helada.
El rover, llamado Buoyant Rover for Under-Ice Explorationse (BRUIE), es capaz de andar “al revés”, es decir, sus ruedas adquieren tracción por la parte inferior del hielo y bajo el agua. Es operado de manera remota por un enlace satelital.
La misión de la NASA en Europa incluye la utilización de tres tipos de vehículos submarinos: Slocum, Seaglider y Spray, cada uno de los cuales llega a una determinada profundidad. Además de unos cryobots, cuya misión es realizar las perforaciones necesarias para acceder al océano.
En marzo de este año, la agencia espacial estadounidense anunció que está planeando una misión no tripulada a la luna de Júpiter, ya que presumen puede albergar vida.
La NASA destinó 15 millones de dólares para iniciar la planeación del viaje a Europa, con un lanzamiento previsto en unos 10 años.